La gente normal que vamos al teatro normalmente vamos a ver teatro del normal, que es el teatro en que salen personajes normales, con su cosita especial porque son personajes y no personas, y hacen cosas normales, con su cosita especial, y les pasan cosas normales, con su cosita especial. El teatro normal puede ser comedia, tragedia, drama o incluso una mezcla. Se entiende todo.
A veces vamos a ver teatro del raro. Cuando vamos a ver teatro del raro es porque creíamos que iba a ser teatro del normal pero resulta que era del raro o porque nos ha dado por ahí. El teatro del raro se divide en dos tipos: el teatro del raro bueno y el teatro del raro malo.
El teatro del raro malo es el teatro del raro que cuando lo ves no lo entiendes y sientes que no estás preparado para ver esas cosas modernas o que eres tonto. Pero luego te pones a mirar en los libros o el internet y te das cuenta de que esas cosas modernas no son tan modernas porque ya había modernos hace cien años que hacían esas cosas modernas y que tú a lo mejor eres tonto pero a lo mejor no eres tonto y si no eres tonto no te gusta que un teatro del raro y no tan moderno te haga sentir que eres tonto y si sí eres tonto tampoco te gusta que te lo restrieguen. Por eso ése teatro del raro es teatro del raro malo.
El teatro del raro bueno es ese teatro del raro que cuando lo ves no lo entiendes pero te da igual porque en esta vida no todo se entiende o sí lo entiendes pero no lo puedes explicar porque en esta vida no todo se puede explicar. Tus amigos te preguntan de qué iba ése teatro del raro que has ido a ver y tú no lo sabes contar porque eso es lo que tiene el teatro del raro, que es que no se puede contar, pero aunque no se pueda contar tú lo quieres contar y al final aunque no lo puedes explicar si lo puedes expresar porque cuentas lo que ha sido ver ése teatro del raro contando cosas raras, y como has transmitido cosas raras diciendo cosas raras te sientes un poquito más inteligente o un poquito más sensible o un poquito más feliz y por eso ese teatro del raro es teatro del raro del bueno, porque después de verlo, cuando lo asientas en tu cabeza o en tu corazón o en tu vientre o en tu boca te sientes un poquito más inteligente o sensible o feliz y tal vez lo seas y te vas a tu casa sabiendo que volverás a ver teatro del raro y que aprenderás a llamarlo por su nombre o por sus nombres y te das cuenta de que lo que es raro de verdad es la vida y la muerte y el amor y el destino y que ése teatro que decías que era raro en verdad es teatro del normal, de lo más normal de este mundo.